-Ya lo tengo. -Buenos días. -Disculpe mis modales, me pudo la emoción. -No se preocupe. Decía que ya lo tenía… –¡Sí!, ¡ya lo tengo! -¿Y qué es lo que tiene? -Ya tengo mi objetivo, mi particular “mariposa”, de acuerdo a lo que me dijo el último día. -Comprendo. -Me ha…